CASO EMBLEMÁTICO: SENTENCIA POR PARRICIDIO A MARCO ARENAS Y FERNANDA LORA

CASO EMBLEMÁTICO: SENTENCIA POR PARRICIDIO A MARCO ARENAS Y FERNANDA LORA
  • 30 jun 2024

BEREVE RESUMEN DEL CASO:


El caso de Marco Arenas y Fernanda Lora, ocurrido en 2013, capturó la atención de todo el Perú debido a la brutalidad del crimen y la complejidad de las relaciones familiares involucradas. Marco Arenas, de 19 años, y su novia Fernanda Lora, de 18 años, fueron acusados del asesinato de María Rosa Castillo, una próspera empresaria de 54 años que también era la madre adoptiva de Marco. 

El crimen se perpetró el 5 de noviembre de 2013 en el distrito de San Borja, Lima. María Rosa Castillo fue encontrada sin vida, su cuerpo oculto dentro de una maleta abandonada en una calle. La noticia del macabro hallazgo generó un gran impacto en la comunidad, dada la naturaleza del crimen y la implicación de su propio hijo adoptivo en el acto.

Las investigaciones iniciales revelaron que el asesinato fue premeditado y ejecutado con extrema frialdad. Marco y Fernanda, motivados por conflictos familiares y posiblemente por problemas emocionales y económicos, planearon acabar con la vida de María Rosa. Marco asfixió a su madre con la ayuda de Fernanda, quien también participó en el intento de deshacerse del cuerpo.

Durante el juicio, se presentaron pruebas contundentes que implicaban a ambos jóvenes en el asesinato. La fiscalía argumentó que la relación disfuncional entre Marco y su madre, así como la influencia de Fernanda, fueron factores determinantes en la comisión del crimen. Se reveló que Marco había tenido múltiples enfrentamientos con su madre debido a su comportamiento y estilo de vida, lo que llevó a una escalada de tensiones.

El caso se prolongó durante más de tres años, tiempo durante el cual se realizaron diversas diligencias e investigaciones para esclarecer los hechos. Finalmente, en 2017, Marco Arenas y Fernanda Lora fueron declarados culpables y sentenciados a 20 años de prisión cada uno.

El caso de Marco Arenas y Fernanda Lora se convirtió en un símbolo de la violencia juvenil y de los problemas que pueden surgir en el seno de las familias. Además, generó un debate sobre la influencia de las relaciones tóxicas y la importancia de la intervención temprana en casos de conflictos familiares. La sociedad peruana quedó marcada por este trágico suceso, que se sumó a otros casos notables de crímenes familiares en el país, como los de Giuliana Llamoja y los hermanos Eva y Ariel Fefer, evidenciando un patrón preocupante de violencia y desintegración familiar.


FUENTE: JUSTICIA TV.